Una casa llena de historia
En un tranquilo canal en el centro de Ámsterdam, en la fachada del número 263 de Prinsengracht, se encuentra uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad: la Casa de Anna Frank. Hoy convertida en museo, este espacio mantiene viva la memoria de una adolescente que escribió uno de los testimonios más leídos del Holocausto, y de las ocho personas judías que vivieron escondidas aquí durante más de dos años para escapar de la persecución nazi.

¿Quiénes se escondían en el anexo secreto?
El 6 de julio de 1942, la familia Frank se ocultó en este edificio gracias a la ayuda de colaboradores como Miep Gies. Poco después se les unieron otras personas. En total, en el «Achterhuis» (el anexo trasero) vivieron:
- Anna Frank: autora del diario, nacida en Fráncfort en 1929. Tenía 13 años cuando entró en el escondite.
- Otto Frank: su padre, empresario y único superviviente del grupo.
- Edith Frank: madre de Anna, que falleció en Auschwitz en enero de 1945.
- Margot Frank: hermana mayor de Anna.
- Hermann, Auguste y Peter van Pels: una familia judía que también huía de la deportación. Peter, de 16 años, mantenía una relación especial con Anna.
- Fritz Pfeffer: dentista y amigo de la familia, quien compartía habitación con Anna.
Estas ocho personas permanecieron ocultas desde 1942 hasta agosto de 1944, cuando fueron descubiertas y detenidas por la Gestapo. De todos ellos, sólo Otto Frank logró sobrevivir a los campos de concentración.

El diario que dio voz a millones de silencios
Durante aquellos dos años, Anna Frank escribió su diario —que llamaba «Kitty»— con una sinceridad y profundidad que han conmovido a generaciones. En él reflejaba sus miedos, sueños, conflictos y reflexiones sobre el mundo. Cuando Otto Frank regresó y leyó lo que su hija había escrito, decidió publicarlo para preservar su memoria y la de todas las víctimas de aquella barbarie.
El Diario de Anna Frank se ha traducido a centenares de idiomas, incluido el catalán, y es uno de los libros más leídos del siglo XX. En la Casa pueden verse fragmentos de los manuscritos originales y descubrir cómo este texto íntimo se convirtió en una obra universal.

Visita a la Casa de Anna Frank
La visita a la Casa de Anna Frank incluye las estancias originales del anexo, con mobiliario mínimo pero de gran carga simbólica. También se muestra el contexto histórico, audiovisuales y materiales que ayudan a entender qué significaba vivir en aquel escondite y cómo se produjo la deportación.
Es muy importante reservar con antelación a través de la página oficial, ya que las entradas suelen agotarse rápidamente. No se venden físicamente en la puerta del museo.

El Ámsterdam judío: un contexto necesario
Para comprender mejor el significado de la Casa de Anna Frank, también es recomendable explorar el Ámsterdam judío. En el barrio de Plantage se encuentran el Museo Judío, la Gran Sinagoga Portuguesa y el Memorial del Holocausto de los Países Bajos, inaugurado recientemente.

En Descubre Holanda ofrecemos la ruta guiada «El Ámsterdam judío» en español, en la que explicamos la historia de la comunidad judía en los Países Bajos y el contexto que rodea el caso de Anna Frank. Es una manera de profundizar, con respeto y calma, en este capítulo de la historia.
Más allá: la casa de Corrie ten Boom
Si este tema te interesa, ¿sabías que en la ciudad de Haarlem hay otra casa museo con una historia similar? Se trata de la Casa de Corrie ten Boom, donde ella y su familia escondieron a decenas de personas judías durante la ocupación nazi.
Hablaremos de ella en detalle en un próximo artículo, pero mientras tanto puedes visitar Haarlem con nosotros, ya que también ofrecemos tours guiados en español por esta encantadora ciudad.
Consejo para tu viaje
Aunque la visita puede ser impactante para algunos niños, la Casa de Anna Frank es recomendable para niños a partir de 10-11 años, especialmente si ya conocen la historia. Además, en la web y en la tienda del museo encontrarás materiales pedagógicos para complementar la experiencia. Recuerda que el agua del grifo es gratuita, y en los alrededores del museo hay opciones de comida sencillas y de buena calidad.
En resumen
La Casa de Anna Frank es una parada imprescindible para conocer el pasado, poner nombres y rostros a las historias reales, y entender cómo la memoria nos ayuda a construir un futuro mejor. Complementar esta visita con una ruta por el Ámsterdam judío o un paseo por Haarlem puede enriquecer aún más tu viaje a los Países Bajos.
En Descubre Holanda te ayudamos a organizar tu visita con propuestas culturales y rutas guiadas en español. Escríbenos y te prepararemos una experiencia a medida.